jueves, 11 de julio de 2013

Primeros pasos

El primer paso que dimos fue extender el proyecto a todos los hijos de los empleados. Vía mail les ofrecimos la posibilidad de hacerles la entrega de 10 lienzos por cada hijo. La aceptación fue muy positiva y conseguimos repartir algo menos de media tonelada de papel.

Posteriormente ampliamos la entrega de material a los colegios de los hijos. Poco a poco el impacto del proyecto iba aumentando, pero todavía estábamos lejos de repartir todo el papel que teníamos. Por todo ello, decidimos que el proyecto fuese abierto y que repartiríamos a todos los colegios, hospitales, ludotecas o asociaciones.

El principio fue duro. Cuando llamábamos por teléfono en muchos casos no nos creían. No estaban acostumbrados a que alguien les regalara material a cambio de sonrisas, por lo que nos tocó salir a la calle y repartir el material. Cargamos un 4x4 y salimos con la intención de dar a conocer el proyecto entre los colegios. El objetivo era que experimentasen el proyecto para que viesen que era veraz y así conseguir que, mediante el boca a boca, el reparto fuera mucho más sencillo.

Al mes de iniciar esta estrategia el proyecto ya estaba lanzado y tenía su propia inercia. El reparto en los centros se realizaba con fluidez, la aceptación y credibilidad del mismo era total.


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